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De la cuerda de tender al tambor giratorio: la historia de las secadoras de ropa

La secadora de ropa es un electrodoméstico que hoy en día está en todos los hogares, sin embargo, no hace mucho era un bien escaso y de lujo, y un poco más atrás directamente no existía. ¿Cómo pasamos de colgar la ropa al sol durante días para que se seque, a hacerla girar unos segundos para que salga prácticamente seca, y con los aparatos más modernos, inclusive planchada y perfumada?

De la cuerda de tender al tambor giratorio: la historia de las secadoras de ropa

Durante siglos el método de secar la ropa consistía en colgarlo en cuerdas y dejar que el efecto del viento y del sol haga su trabajo. El problema más común era, obviamente, depender de la inclemencia del tiempo. Pero fue a finales del 1700 cuando se crea el primer invento que comenzaría a marcar un rumbo de evolución que no se detendría. En 1799 aparece el “ventilador de secado”. Si bien no era una secadora tal cual la conocemos hoy, marcó el primer paso.

El francés M. Pochon concibió en el siglo XVIII un tambor de metal agujereado que se colocaba sobre el fuego, y tenía una manivela para girar el recipiente, acelerando así el proceso de secado. Con olor a humo, pero seco.

Hubo algunas variaciones sobre ese primer “invento”, hasta que, con la aparición de la electricidad, llega la era de la revolución de los electrodomésticos, y entre ellos primero la lavadora y luego la secadora.

A principios del siglo XX, el norteamericano J. Ross Moore idea un artefacto que revolucionaría el modo de lavar y tender la ropa. Moore es considerado el “padre de la secadora de ropa moderna”, y bien lo tiene ganado al título.

Creo un aparato en forma de tambor que giraba y secaba la ropa automáticamente. Brooks Stevens toma los diseños de Moore y los industrializa lanzando al mercado en la década de 1940, el primer secador eléctrico con una ventana de cristal, que permitía ver a la ropa secándose dentro.

Ese sistema -hay que mencionarlo-, aunque con algunos cambios e innovaciones, sigue siendo la esencia del funcionamiento de las más avanzadas secadoras de ropa existentes hoy en día. 

LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA

En la segunda mitad del Siglo XX y sobre todo en lo que va de este siglo XXI, los cambios e innovaciones han sido múltiples y lo seguirán siendo.

Por un lado, la combinación de “lavadora” y “secadora”, el lavarropas automático que hace todo en uno ahorra espacio, tiempo y procesos.

Pero además, las secadoras de ropa han tenido importantes innovaciones: la implementación de sistemas de ventilación, que permiten expulsar el aire húmedo; sensores de humedad que automatizan el proceso, evitando el secado excesivo y ahorrando energía; la implementación de bombas de calor, que reciclan el calor en lugar de expulsarlo, brindando mayor eficiencia energética y un menor daño a la ropa; la conectividad Wi-Fi que hoy nos permite programar y controlar a estos aparatos desde cualquier lugar, para que cuando lleguemos a casa luego del trabajo ya esté todo hecho; entre muchas otras innovaciones tecnológicas que cada día aparecen en el mercado.

Sin dudas, la secadora de ropa vino a ocupar un rol muy importante en la organización de la sociedad optimizando el tiempo que dedicamos a lavar y limpiar nuestra ropa, dándonos más tiempo libre para disfrutar de otras tareas que nos resulten más gratas.

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